lunes, 4 de marzo de 2013

Salto al vacio.

El sonido del movil consiguió sacarla de sus ensoñaciones, una liguera sonrisa se esbozo en sus labios al notar que era un mensaje de texto. Las nuevas tecnologias que no hacia tanto habian desterrado las cartas, ahora habían convertido los sms en un recuerdo de la adolescencia junto a los besos a escondidas y la dulzura del primer encuentro. Ella sabía que solo podía ser una persona y es por eso que sonreia.
Todo habia sido rapido e intenso, como una cerrilla que encendemos sin darnos cuenta de que acabaremos quemandonos irremediablemente, como un huracan por el que nos dejamos envolver para asi poder apreciar su belleza con cada fibra de nuestro ser. Cada momento transcurrido en aquella semana se habia grabado a fuego en su piel como la más permanente de las tintas, cada beso, cada susurro y cada caricia eran evocadas en su mente con la mayor de las claridades, aun podia perderse en el recuerdo de sus ojos con tan solo cerrar los ojos un momento.
Su sonrisa se amplio aun más al leer el mensaje, esas palabras eran el aire del que vivia y lo unico que aliviaba en parte el vacio que él dejo al marchar. Recordó el día en el que se conocieron, los nervios que habían estado días agarrados a su estomago, desaparecieron en cuanto vio su sonrisa perfecta y esa forma de mirarla que la hacia sonrojarse. Recordó con perfecta claridad la noticia, aquellas palabras que cambiaron su vida por completo y habían vuelto su mundo del reves, la sensación de incredulidad al principio y de asombro despues, ya nada habia vuelto a ser igual, y lo peor es que a ninguno de los dos les importaba el cambio. Desde aquel primer beso timido e inseguro, se habían lanzado de cabeza y a ciegas a una piscina llena de cristales rotos y sin escalera por la que huir, pero habian decidido que puesto que habian saltado disfrutarian del salto, de la caida y a ser posible de cada una de las heridas.
Los días habían pasado entre besos y caricias, susurros y sonrisas, pero pese a sus ruegos silenciosos el tiempo había pasano y cada beso y abrazo se volvia más desesperado, como si intentasen fundirse el uno en el otro para que la distancia no pudiera interponerse entre sus labios. Pero no se puede luchar contra lo inevitable y el ultimo beso llego a su fin y con él se fueron gran parte de las sonrisas que les quedaban por compartir. ¿Cómo continuar con tu vida después de algo asi ?¿Cómo sacar de tu cabeza algo tan profundo? Simplemente no se puede, hay que aprender a vivir con ello, agradecer el placer que te causo las heridas y esperar que el destino y los aviones hagan su trabajo. ¿A donde les llevaba todo aquello? Nadie podía saberlo aunque lo más probable es que acabara por destruirles y envenenar cada gota de su sangre, pero en el fondo sabían que eso les daba igual si implicaba caer juntos.
Ya nadie envía mensajes de amor, menos ellos que sin saber muy bien por que seguían haciendolo, y el de aquella tarde fue uno de lo más especiales: "Ya esta todo preparado. Estoy deseando que llegues y tenerte entre mis brazos. Te quiero".

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