Cuentan las lunas que milenios atrás
dos príncipes enamorados fueron encerrados en sus respectivos castillos con el
fin de que jamás pudieran consumar su amor. Todas las noches Melisthe rogaba a
la luna que le juntara con su amado, y aunque la luna la escuchaba cada noche,
los amantes seguían separados.
Pese a la distancia su amor no
flojeaba ni un ápice y cada día crecía más y más. Una noche la luna decidió
enviar una gata blanca a la princesa en cuyo lomo la joven escribió con tinta
negra un mensaje a su amado. La gata corría de un castillo a otro y en cada
visita los amantes escribían con tinta negra un nuevo mensaje de esperanza y
amor.
Tanto escribieron que
el pelaje del animal se volvió totalmente negro y su cuerpo empezó a hincharse
hasta que un día dio a luz siete pequeños gatos negros como la más hermosa de
las noches. Siete pequeños gatos hijos del amor imposible, el sufrimiento y la
esperanza.